Quería poner mis sentimientos en esta carta y sincerarme un poco. La verdad, jamás he dejado de pensar en ti y en lo que me equivoqué. Realmente fue el mayor error que he cometido en mi vida, y miento al decir que no me gustaría volver atrás en el tiempo para arreglar todo. En verdad, lo haría.
Esta vez haría caso a lo que mi cabeza decía y hubiera dado todo de mí para ti. Ahora lo único que puedo hacer es mostrarte una mejor versión de lo que fui y madurar. No sé si tendré la oportunidad de estar contigo de nuevo, pero si así fuera, realmente esta vez no pienso fallarte.
Sé que todo esto no es fácil y que no vas a notar un cambio en mí de inmediato después de todo este tiempo. Aun así, quiero esforzarme. Sé que me dijiste lo del ego, pero jamás lo he tenido. Es solo que realmente quisiera que las cosas fueran bien después de todo lo que he pasado en mi vida, y cuando tuve la oportunidad de que así fuera, me equivoqué por no saber qué hacer. Al final, solo terminaron jugando conmigo, y ahora el castigo de tener que estar así duele...
Jamás he pedido ser alguien fuerte, solo que alguien me quiera verdaderamente, y tú lo hiciste... y yo fui un tonto. Te quiero demasiado, Andrés, y no sabes cuánto daría por estar contigo, porque me has demostrado que vales demasiado. Sé que no soy la mejor persona del mundo, pero aun así, siempre daré todo por la persona que quiero, porque eres alguien maravilloso.
Te pido perdón por todo, por no haber sabido cuidar lo que me diste. Y aquí estoy ahora, simplemente intentando buscar una manera de expresarme, aunque probablemente no sirva de mucho.
Yo quiero poder estar contigo, porque por primera vez alguien se fijó en mí por cómo era yo, y lo que hice fue arruinar eso... el cómo me veías, por el hecho de no haber sabido qué era lo correcto.
Te quiero, Andrés. Aunque no quisieras ser mi San Valentín, quería decirte esto y sincerarme un poco.